domingo, 12 de julio de 2009

Frío, si, hace frío, ese frío que deja la lluvia en un día nublado, ese frío que te deja las manos y la nariz heladas como la nieve, ese ambiente congelado que delata con vapor, que hay calor dentro de tu cuerpo. Entonces, con un leve movimiento de mi cabeza me aproximé más a el, mucho más, tanto que podía respirar su aire, podía sentir el roce de su rostro con el mío, esa nariz helada por el día. Sin poder esperar más, intenté besarlo, pero el lo evitó, sin perder la distancia. Sentí confusión, pero una sonrisa traviesa y un abrazo aún más fuerte provocarían mi exaltación. Y en ese momento inesperado acerco rapido su rostro y derepente nuestras bocas estaban pegadas.Aparte mi boca de la suya y observé su mirada.. Una palabra no dice nada y al mismo tiempo lo esconde todo. Una mirada no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo. No hubo palabras, solo un silencio profundo pero mirandonos nos estabamos confesando todo.

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